sábado, 13 de octubre de 2012

Ceguedad la de aquel que quiera transformar la realidad
Lo que se vive, lo que se suspira, lo que se toca y se deshace
Como esa luz potente que se vuelve oscura y no se visualiza
La vida como un volante o timón, gira y gira, frena y vuelve a arrancar
Tú, el conductor, en ese instante quiere vomitar, no necesita más, desea huir de aquí
Y, la vida no para, sigue arrancando y sin sentido todo ocurre de manera veloz
Y no hay palabras que añadir, el círculo del vivir es así
Quién hoy te arropa, mañana te dará frío 
Y los que miran por la ventana y sueñan con arroparte, te cogen y te protegen mientras tú viajas por mundos inexistentes que mueren al nacer
La vida circula y pase lo que pase, debes mirar hacia tu dirección, con ayuda de esos que cuando te pierdes, te dan para que te sitúes, esa mano, ese objeto
 la brújula, tú brújula
Esa rosa de los vientos que en mareas desconocidas, te lleva a casa

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