martes, 16 de junio de 2015

Adoro la perfección de la mitad de ti. Sí, la mitad. Pues una parte te pertenece por vivir y no deseo arrebatártela, y la otra es un regalo que me obsequias; y es esa la única parte que quiero de ti, no más. Y esto lo digo porque adoro compartirlo todo contigo: las experiencias, las risas, los secretos más embarazosos, y los besos más llenos de ternura que he dado en toda mi vida. Adoro como agarras mi mano tras debatirte contigo mismo si abandonar o seguir; adoro como cierras los ojos cuando rozo tu mejilla con mis labios; y adoro la forma en la que siendo tú, me haces realmente feliz. Porque tú eres el único que consigue que me den ganas de abrazar a la vida de otra manera, el único que ha dejado una huella tan honda que ninguna otra piel me despierta ese deseo animal que sólo tú consigues sacar. Tú eres la persona que necesito, en tus malos días para abrazarte y limpiarte las lágrimas y en los buenos días cuando lo que más desees es tenerme cerca de ti.
Si me sostienes cuando caiga y permaneces cada mañana a mi lado al despertar, prometo entregarte cada parte de mis miedos, atrevimientos, sueños...y todo mi amor.

Bea Morales Fdez 

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