Hoy tu ausencia la notó la ignorancia. Aplausos, risas, festejos y ninguna señal donde recordar a quien abraza el olvido en otros labios. La lluvia de mis ojos empapa mi desconsuelo pero es mi propia mirada la que, ante el reflejo de mi vida, entierra todo lo que el pasado olvidó en casa y nunca vino a recoger.
Beatriz Morales Fernández
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