No es lo mismo amar que ser amado.
Podemos dejarnos amar en camas repletas de recuerdos que rehuyen desaparecer o, por el contrario, podemos dejar nuestra ánima revolotear sola hasta que lleguemos a un hogar cálido lleno de amor.
Y no es lo mismo amar a alguien haciendo el amor que acostarse con muchos cuerpos para olvidar a la que te atravesó la vida y enamoró tu corazón como ninguna pudo hacerlo.
Son cosas muy diferentes.
Bea Morales Fernández
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