lunes, 19 de enero de 2015

Las dudas se perdieron de camino a tu ombligo. Olvidé mi nombre y mi procedencia cuando me agarraste la cara entre tus manos.  A día de hoy, continúo por las calles intentando recordar donde tropezamos, y aunque nunca la respuesta vendrá de tu boca, tus labios siguen interpretando lo que quisiera escuchar, lo que quisiese vivir, rebobinando por completo la cinta de una historia finalizada en cotidianos sueños.

Bea Morales Fdez

No hay comentarios:

Publicar un comentario