sábado, 10 de enero de 2015

"Nos quedó tanto por decir.
Creías que era una ilusa por la frialdad que mostraba, y tan solo fue el miedo de asimilar todo lo que me había permitido amar.
De observar, de observarte.
De escuchar tu risa, de perderme en tus iris, en sentir por milésimas de segundos tus caricias serenas, tus caricias que me cortaban la respiración cuando se volvían rápidas y frenéticas.
Queda tanto por decir, que ya se esfumaron las posibilidades y desaparecieron las palabras.
Provocamos el efecto contrario que los demás, y por eso fuimos tan intensos e insensatos.
Ambos sabíamos a donde llegaríamos, ambos nos permitimos el lujo de tropezarnos con la realidad.
Y cuando el alba de los pocos recuerdos que se hospedan todavía se queden al límite del horizonte, por favor no te olvides de mí.
Tan sólo recuerda por un instante, que en silencio te amaré para siempre".

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