miércoles, 11 de abril de 2012

Acostada sin sueño, ella lo nota
Extraña esa manera de soñar sin preocupaciones, en una parada donde la realidad fija la espera
Quiere ser la protagonista de ese cuento jamás contado, de esa historia loca de enamorados, sin amantes, sin un amado, ella y sus deseos alocados
El silencio la sume en calma, y sumida, deja de recordar lo que hace pensar
Sin que haya pasado un acontecimiento importante, ha descubierto algo
Algo que no destaca, algo que la deja de cegar
Su verdadero amor, el destino
Su verdadero "yo", de incógnito 
En sus pasos, algunos se equivocarán, otros tercos, se volverán a tropezar, e incluso, algunos en sí mismos se engancharán
Como una droga que no perjudica a la salud
Una que mata las neuronas sabias y emboba a las tontas, dejándolas en un culpable, tú
Osea, ella, o, ¿no?
La ciudad intacta, observa la noche y el día, observa los movimientos que sigue el mundo como todas las demás
Y ella, desde una parte de un rincón, sin saberse la dirección, viaja
Descubre  que descubrirá
Que ha llegado el momento de dejar y aceptar
Ella se mira, no reconoce la niña que antes veía 
Por eso pensativa, encuentra la respuesta, sin necesidad de pregunta
Se busca, solamente, se busca 

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