martes, 10 de abril de 2012

En cierto modo, debemos admitirlo, ¿a quién no le gusta ese final de película tan bonito que incluso a veces, produce lágrimas?
Admitamos también, que a quién no le gustaría que la persona que nos ha tocado el corazón, se volviera, nos mirara como la primera vez y dijera esas palabras que tiempo atrás, fue el comienzo de algo grande
Las películas que sentimos en el pecho, no son otras que comparativas con las de terror.
El miedo a amar, ese suspiro de alivio cuando todo lo malo pasa y la sorpresa de que se venía algo peor
Pero, el amor no es tu enemigo
Eres tú. Por creer que esos finales tan esperados , ocurrirán
El verdadero sentir, está en cada mañana al despertar sin pensar en nada, pero que cuando te lavas la cara, querrías volver a dormir pero en sus brazos
Es poder ver el mundo de una manera extraña pero maravillosa
Es dejar de sentir la soledad, que te recuerden que la compañía está hecha para ti
Es fastidiarte y llorar cuando abunden los problemas, pero, que estén contigo.
Es poder rozar el cielo no cuando hemos conseguido ese sueño que nos llena de satisfacción, ya que salió como esperabas, es estar al lado de esa persona y sentir que cada beso que te da, es diferente
Es el aumento de los sentimientos, no de golpe, sino pasado un tiempo, mirar atrás, observar como la felicidad se hospeda en tu alma y quieres continuar, dando aún más
Es una rutina con la que se ha de luchar
Es un esfuerzo que tiene recompensa, que realmente la tiene
Así que, ¿quién no ha deseado que le estén esperando con un ramo de rosas cuando han tenido una discusión horrible, quién no ha querido tener a una persona que cumpla al menos, un capricho que siempre ha querido cumplir...?
Eso es un papel secundario, lo primario, es amar de la manera con la que te enfrentas a la vida, sin equivocarse de término.
Es sentir que el corazón rompe los dolores y te liberan la mente 
Es sentir que sientes.

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