jueves, 2 de febrero de 2012

Contemplo tu cuerpo y ya, tartamudeo
La hermosura que regalas  pone en pausa mi coraje y lo transforma en ternura mezclado con una cucharada de amor.
¿Qué es esto?
¿Serás el príncipe que jamás deseé e insconciente, esperé?
No lo sé. Pero sé, que cuando muestras un poco de lo que escondes, sea en tu corazón u ojos cerrados , hace de mi parecer un pensar hacia la sombra que desprende él. Una maravilla que ninguna otra se puede comparar.
Eres la décima musa, o más bien, la primera con forma de hombre.
Pero eres la mía , tu nombre activa lo mío, mi vida, mis manos haces temblar, despiertas esas ganas de añorar
Eres y no eres para los demás. ¿Y en mí?, ¿para mí? Lo eres todo.
¿Qué osadía es esta? ¿Quién te dio permiso?
Shh. Ni repliques, ahora te vas a quedar.
Con o sin autorización, me sacaste de una soledad que en la actualidad, me empujará al abismo con fuerza si tú aquí no estás.

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