jueves, 2 de febrero de 2012

Entre besos, las habladurías callan
Los problemas que decoran sus vidas, se esfuman como el humo de un cigarro al apagarse
Una gran melodía se escucha, sus labios se conocen, se enamoran por cada suspiro en su lejanía
Los pensamientos casi iguales que se desconocen se unen al ritmo del beso que intensifica un abrazo.
Uno tan fuerte, que rompe sus propios pulmones y ni siquiera lo sienten
Eso no importa ahora.
Ellos pueden recordar lo que sufrieron cada cual en su hogar, los amores traicioneros que andaban jugando en emociones, las risas de felicidad que luego fueron lágrimas caídas...el sueño de enamorarse de manera única y el convertir esa historia en una escrita para ser leída.
Pero cuando llueve el beso, ¿qué importará?
Saben que valió la pena llegar hasta aquí, que se conocieron en el momento más inesperado y así formaron un conjunto de rarezas en sutilezas
Las rarezas de lo cotidiano que resurgen el sentimiento que nunca vivieron, ¡qué viven!
¿Qué es? ¡Amor! ¡Es amor!
Ya la memoria ha de fallar para aprender a memorizar la felicidad que nace de sólo un beso.
De uno que produce cientos.
Y de esos cientos, el placer del sentir, del descubrir lo que es, la palabra enamorar, la oración " me estoy enamorando".

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