domingo, 13 de mayo de 2012

Queda ese destello, que sin estar parado, frena de golpe
Te mira con pena, tal vez con ganas de ayudarte
Pero, tú, no escuchas, no ves
Despacio, se acerca a verte, se conmueve al ver tus mejillas rojas, encendidas y cabizbajas
Se fijó, que tus ojos se niegan a producir una mortal cascada llena de un cúmulo de cosas
De materiales, de temblores, de un crudo amor, de otra ilusión, de una de verdad, del pergamino tan viejo pero con el mismo olor de su tiempo, se fijó, que algo atascado no caía.
La lágrima del hombre.
Hay diferentes tipos de lágrimas. Pero una, destroza barreras creando otras.
Una, abre ampliamente lo que estaba cerrado
Y ¿ por qué?
Eso, pensó aquel destello que te observó hasta que te limpiaste las lágrimas
Comprendió que los humanos somos tan débiles, que tememos a la fuerza
Y al conseguirla, no sabemos qué tiene que no la sabemos usar
El destello, sigue su curso
Y tú, de repente notas un aire que va por otra dirección
Quién sabe si esa era tu oportunidad, quién sabe si tu vida por eso, iba a cambiar
Entonces, calló a sus dudas y pensamientos, estaba solo en la estancia
Donde en el suelo, se percibía un sufrible llanto anterior
Porque sí, sabe que hacer
No parar, un destello que se conmueve, una herida curará y las otras, a un lado apartará
Por eso, por mucha iluminación que tenga su vida sin motivo, no se lanzará 
Primero comprueba, luego prueba a un poco de sí dar y ya por último, le acompaña en un paseo apacible sin necesidad de algunos detalles hablar.
El pasado queda atrás, todos se quedaron al fondo, y mientras caminan, se preguntan donde estarás aunque, no te irán a buscar.
Esa es la vida. Así él lo vio y detrás de nadie, ganó.
Ella y su destello, ella y su eterna adicción que un día será en otro momento, calidad y honor.

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