sábado, 31 de diciembre de 2011

Te veo, te estoy viendo
No te toco, no puedo tocarte
La realidad asusta a la esperanza, la calma tumba a la locura
No pueden subestimar, no pueden objetar, no pueden decir nada aunque lo digan 
Tírate fuera, yo caí
Necesité tus manos tocando mi espalda, necesité un segundo de amor, uno entre los millones que aguantaron mi cuerpo a presión.
Donde te metiste, por qué volviste.
Confusión roza mis tripas, ya se esfumaron las mariposas rebosadas de caricias.
Qué recuerdo aquel...donde la imaginación era poderosa...donde aparecía tu faceta cariñosa...
Las escusas parlotean en silencio, la ridiculez cae en un vacío inmenso
Y si miro atrás cruzo hacia delante
Eras la tormenta de mi sol, pero eras
Ya el es, se confunde con el no sé.
Y tu figura la distingo entre sombras
A pesar de que entre los prados de tiempos felices temporales, fuiste mi mortal pinchazo, como los que se esconden entre las rosas.
Ningún idioma podrá explicarte lo que hablaba el corazón.
Ningún llanto podrá expresar el significado de cada lágrima
Ningún pasado podrá igualarte.
Recuerdo como llegaste, como me tumbé a los pies de tu pecho.
Como tocaba tus miembros a ciegas, carente de verdad
Hasta que la luz se me cruzó al final
Tapando mi existencia, creando un aura eterna
Ya el no querer, agranda la razón,
Y solo queda decir, que tu nombre fue la grabación más hermosa incluyendo su doliente partida
Porque donde abundan motivos, vistos o no, recobra sentido el olvido.



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