miércoles, 25 de enero de 2012

Hace mucho tiempo, buscaba algo crucial.
No una divinidad, pero si el acompañante de los días de tristeza, de alegrías, de realidad.
Despierta soñando, creaba paradojas, cuentos, ideales, transformaba mi vida en un pedestal.
Sabiendo que, estaba lejos de alcanzar el propósito que soñé.
Es ahí, cuando ciegamente te pude ver
Nada que pedí fue más hermoso que el regalo que tú me pudiste dar.
Que me das, que me regalas, cada día un poco más, clavándose sigilosamente  con respeto a lo indefinido en mi interior.
Yo solo puedo decir, puedo decirte, que no me dejes ir, que esto es para ti.
Quise una vez, construir la perfección, hasta que me enamoré del aire y su ceguedad.
Por ello te encontré.
Por eso estás aquí. Siendo algo diminuto que se vuelve mayor cuando avanza el reloj.
No sabría explicar exactamente el principio ni todo esto, y por eso todo es realmente precioso, rescatando algo que creí arrojar...el amor y yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario