Jamás pensó que su vida cambiaría por completo al verle
Parecía rozar la perfección
Su talento era único
Y sus ojos...aquellos ojos eran hipnóticos
Un suspiro lejano que le llena el alma
Una mirada refleja su imagen en sus pupilas
Es puro, sus sentimientos no llevan falsedad
Se acerca, todo se detiene, a veces la roza no se da cuenta que un leve escalofrío le recorre la espalda.
Esta vez se detiene, observándola
Nerviosa sin saber lo que decir le sonríe, inútilmente para parecer simpática, quizás no sirva
Él es como si notara su nerviosismo, lo que piensa
Sonríe dando confianza, abiertamente
De una manera que la paraliza, la deja sin habla
Despacio, de modo lento su mano de pianista perfecta le acarició su mejilla sonrojada.
Sintió su calor
Quería decirle lo mucho que le amaba, que era su razón de existencia, solo pudo abrir sus temblorosos labios a causa de su presencia, él dándose cuenta la callo posando dos perfectos dedos en su boca. Sonríe
Aquello era demasiado para ella, estaba soñando, era suyo
Se acercó a su oído.
-Te quiero -susurró
-Quédate conmigo, dime que no es una alucinación, miénteme si no sientes nada, solo escucha lo mucho que te amo, deja que te lo demuestre aunque sea una vez.
Una mirada suya bastó
No se si se daría cuenta, pero con seguridad, era su intento, tenía que conseguirlo.
Lentamente, poco a poco se acercó a él, más cerca, le admiraba solo un suspiro de amor de admiración cerró el momento.
Iba a rozarlos, iba a besarle.
Sí voy a conseguirlo....por fin

Sobresaltada. despertó
No estaba ahí, no podía creerse el porque de la situación
Como cada noche soñaba que era suyo
Un martirio
Una pesadilla al sanjarse de las sábanas
Mirarse al espejo y no ver su rostro, su reflejo.
Una realidad que duele, que tiene que asumir.
No será para ella, demasiado perfecto
Maldita perfección
Rezará para encontrarle
Aunque sea de nuevo junto a la almohada, aunque
jamás consiga besar sus hermosos labios
Un castigo que no merece, pero que es destinado
A quién este profundamente enamorado de alguien
que ni sabe que existes
Evitar sus fantasías le costaría, pero ella tenía que vivir una vida.
Lejos de él, de ese ser imaginario que no la conoce
Que ignora que cada noche, una mujer lo ama
A escondidas sí, pero profundamente