sábado, 16 de octubre de 2010

Oigo sus pisadas
Veloz, bajo la lluvia
Susto
Cae y rebota contra la acera .
Levantándose vuelve a correr
Pisa los charcos con dureza
Salpica el muro empapado 
Grita su nombre


No, no está, sin saber el porque, ha ido a buscar su nuevo destino
Y sí, te ha dejado atrás
Tú, como un niño, un niño hermoso, desamparado 
Tambalea bajo la sencilla cuerda del amor
Confundes lo oscuro con su ausencia
Puño en mano
Golpe brusco y tosco a la pared
Lamentaciones
Llantos insufribles


Ojos lagrimosos amando cesando los compases del corazón
De un lado, se ve su sombra agachada, torcida, sin vida
Empieza a caminar
Impacto
Alegre observación
No mira atrás
Deja sus huellas hundidas atravesando el dolor
Del que debe sobrevivir y al caer la noche, con la luna puesta , convivir

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