miércoles, 18 de mayo de 2011

Sordo disparo
Interior del corazón que brota sobre la inmensidad de mi cuerpo
Lejanos gritos, compasión sobre mi piel

Comprendí en ese momento, que esto era el final de los renaceres
Entendí aquellas  palabras ahora mudas en mi cabeza
El frío agrietó mis labios. Ante mis ojos la acera se volvía ardiente.
Visualicé el amor en la esquina, la envidia frente al cristal y el dolor, en mis venas.
Nunca supuse un arrepentimiento fugaz, quizás por ello me despedí del mundo con una leve sonrisa algo cansada.
Quise ahí, buscar lo que perdí entre la multitud, soñar con esta pesadilla, cambiar la rutina de mis días.
Pero se caducó el plazo de mis pecados, se abalanzó el diablo, el gatillo de aquel en su mano.
Jamás negué que mi fecha maldita no descansaría, reafirmé estar seguro de mi mismo, temí a la vergüenza
Y ya, ni siento el pulso en mi muñeca
Sí, rocé la fortuna del hombre, la dejé huir tras la cobardía disimulada en valentía para esos hombres que braman valor y se esconden con la pistola tras la pared
Para aquel que desperdició su intensa vida, le mando recuerdos desde los últimos segundos del reloj
Ya sin más, amaré tras el cielo de la oscuridad, deshonraré el nombre que engloban estos actos y profundamente, sin un respirar obligatorio, dormiré

El bullicio callaba
Los ojos de las personas se borraban de la calle
Temí verte y que vieses mi estado, por suerte, andabas lejos
Andabas tan lejos, que ni mi último suspiro de voz cruzaría medio océano
Pero sí, has sido el último pensamiento
Me has llenado de pesar y alegría tras un respirar más
Sin fin, he soñado con tenerte y pedirte perdón, valorar cada sonrisa y retener cada mirada.
Ignorando las lágrimas que provoqué en torno tus rodillas.
Aquellas que miraba deseoso con un amor encerrado hasta el momento en el que ni tiembla ningún miembro en mí

Luces y manos alrededor
Camilla cercana
Confusión
Un amor que vive con intensidad detrás de tu cuarto
Un amor, que perdió para ganar cuando ya cayó moribundo
Bonita tu sonrisa, amada, que fuiste pasajera pero eterna en mi crueldad



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