domingo, 12 de diciembre de 2010

Cuando más nublado esté el cielo, más debes ansiar su color añil
Cuando mas indeciso te encuentres, lo mejor es tumbarse en cualquier lugar, respirar sin tensiones y saborear la música que acaricia tus oídos
Cuando más tropieces, más debes amar el suelo, más hondo no caerás y al salir alguien te espera con el motivo de  sostenerte y otros para tirarte.
Y cuando más necesites a esa persona, intenta sumirte en otro pensamiento o al menos despeja tu mente un rato. Para que su postura insistente e inexistente se esfume como la roca al chocar contra el mar, lo ves hermoso, con elegancia. 
Para después recordar las gotas que se traga su orificio, y al terminar, comenzar de nuevo. 

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