sábado, 4 de diciembre de 2010

Llegará un día, en que esas manos que te sujetaron
Esos ojos que te miraron con ternura
Esos hombros donde pudiste llorar
Esos paseos que te daban tranquilidad
Se acaben
Tires toda una fortaleza al mar, y en ella caen esos soldados que lucharon por tu persona
Y a ese nuevo lugar que deposites tu confianza, te preguntarás quién eres, te harán un sitio, pero, solo donde puedas ver dejar pasar la vida, donde eches de menos los antiguos momentos aburridos donde reían sin más
Donde esas personas pequeñas, eran lo más grande en tu corazón
Tú, cambiaste el camino, tu jornada, y ellos, se quedaron en la barandilla sin creerse nada.
Querrán morirse por no tenerte, por haber estado tan ciegos, por olvidarte de todo lo que te contaron.
Por perdonarte.
Por quererte
Y tú, verás como se secan esas lágrimas, como siguen el camino detrás tuya, pero a dirección contraria.
Ellos eran la vista imperfecta que te demostraban lo maravilloso de no estar solo.
Del mundo en sí

No hay comentarios:

Publicar un comentario